Hoy en el blog de AINA, Asociación de inmobiliarias de Navarra, queremos hablarte de los bienes raíces, un concepto que quizás no conoces y que tiene que ver con el sector inmobiliario.
Los bienes raíces se refieren a todo aquello que por su naturaleza no puede moverse, es decir, los inmuebles, tales como edificios, terrenos o bien cualquier otro tipo de derivado que esté fijado a la tierra y que no puede trasladarse.
Este tipo de activos se llaman bienes raíz porque están unidos al suelo, ya sea de forma jurídica o física y son considerados activos fijos en la contabilidad o finanzas de las empresas, porque cuentan como mejoras o incrementos de valor todas aquellas reformas y añadidos que puedan aumentar el valor del inmueble.
¿Qué tipos de bienes raíces existen?
Según la tipología que presenten pueden clasificarse de la siguiente forma:
Según su naturaleza; El suelo y el subsuelo (edificio, metro, tranvía…)
Por incorporación; Construcciones (están asentadas en el suelo de forma indefinida)
Según el destino; Tienen el objetivo de incrementar el valor de los bienes raíces a través de mejoras
Según la analogía, como por ejemplo las hipotecas
Por acceso; El mobiliario fijo de estos bienes, como pueden ser puertas, reformas, ventanas…
Por representación; Las escrituras y registros que otorgan la titularidad al propietario
Los bienes raíces podrían agruparse en tres grandes grupos;
- Residenciales; Terrenos aun sin desarrollar, condominios, casas
- Industriales; Minas, granjas, fábricas
- Comerciales; Oficinas, almacenes, edificios de tiendas al por menor…
Muchas personas deciden invertir en bienes raíces, los cuales pueden ir desde la inversión en Real Estate Investment Trust (REIT) hasta el alquiler o la compra de viviendas multifamiliares. La mayor parte de los inversores se deciden por la compra de REITs, porque presentan buenos dividendos.
Todos los bienes raíces se ven directamente influenciados por los distintos ciclos económicos y por ese motivo, cuanto más amplio y diversificado menos expuesto estás a la debilidad regional, así como a la de los ciclos económicos. El REIT más pequeño puede presentar una volatilidad mayor, pero también puedes conseguir un mayor potencial de crecimiento.
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