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Mientras que en la mayoría de las comunidades autónomas de España las ventas y precios de viviendas han experimentado incrementos significativos, Navarra se destaca por una tendencia opuesta. Durante el año 2024, la compraventa de viviendas aumentó en todas las regiones, excepto en Navarra, donde se registró una disminución del 0,3%. Asimismo, el precio por metro cuadrado subió un 6,9% en promedio a nivel nacional, con Baleares (15,2%) y Cantabria (11,0%) liderando estas subidas; sin embargo, Navarra presentó una reducción del 0,9% en los precios.
Esta tendencia a la baja continuó en enero de 2025. Mientras que la compraventa de viviendas creció en 16 comunidades autónomas, Navarra experimentó una caída del 13,9%. En términos de precios, se observó un aumento interanual del 6,1% en el conjunto del país, con 14 autonomías registrando incrementos. Navarra, por su parte, sufrió un descenso del 3,8% en los precios de la vivienda durante el mismo período.
Expertos del sector señalan que varios factores podrían estar influyendo en esta situación. Navarra, junto con el País Vasco, es una de las comunidades con mayor proporción de viviendas de protección oficial. Además, la región presenta una baja tasa de construcción de nuevas viviendas, con menos de 2.000 iniciadas en 2024. La expectativa de declaración de zonas tensionadas y las ayudas significativas para viviendas protegidas podrían estar llevando a potenciales compradores a posponer sus decisiones de adquisición.
Con una población de 678.333 personas según el censo de enero de 2024, Navarra ha experimentado un crecimiento demográfico moderado del 0,9% respecto al año anterior. El número de hogares también ha aumentado un 1,2%, alcanzando los 264.100. A pesar de este crecimiento, el mercado inmobiliario navarro enfrenta desafíos, especialmente en el acceso a la vivienda para los jóvenes, debido a la limitada oferta y la escasez de suelo urbanizable, particularmente en la zona de Pamplona.
En el ámbito del alquiler, el Gobierno de Navarra ha iniciado reformas legales para limitar los precios en áreas residenciales consideradas tensionadas. Sin embargo, algunas voces del sector cuestionan la efectividad de estas medidas, argumentando que la verdadera problemática radica en la reducción de la oferta y el aumento de la competencia entre familias por las viviendas disponibles.?
Fuente: The Objective
